Don Quijote y Sancho vistos por una nutricionista

Don Quijote y Sancho
vistos por una nutricionista


   El contenido médico de este artículo fue verificado por la Dra. Mariela Pacheco

José David Guevara Muñoz
Periodista de Mi Bienestar
editorial@mibienestarcr.com

Si don Quijote de la Mancha y su escudero Sancho Panza hubieran vivido hoy día en Costa Rica, es muy probable que el segundo de estos personajes literarios hubiera sido uno de los casi 300.000 pacientes que la Caja Costarricense de Seguro Social atendió en el 2021 por complicaciones derivadas de la obesidad.

La obesidad es una cantidad alta de grasa corporal adicional. Se trata de una enfermedad crónica considerada como una epidemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

De acuerdo con esa institución, más de 1.000 millones de personas en todo el planeta son obesas; de ellas, 650 millones son adultos.

No cabe duda de que Sancho Panza habría formado parte de esos números, pues se le reconoce como un hombre de apetito voraz y vientre abultado.

De hecho, en el capítulo 17 de la primera parte de esta novela escrita por don Miguel de Cervantes encontramos a ese escudero engullendo el abundante contenido de comida que había en una olla. Era insaciable.

“Sancho de fijo era sedentario y consumía en especial carbohidratos, mucho pan y vino, alimentos con muchas calorías y que nutren poco”, afirma la nutricionista Adriana Alvarado, directora del Centro de Nutrición Clínica.

Ante esta especialista pusimos, el pasado jueves 8 de diciembre, una figura en metal de don Quijote de la Mancha y otra de Sancho Panza, para que nos dijera qué veía en ellos con base en su experiencia profesional de 16 años.

“Estoy segura de que Sancho no se la pasaba comiendo frutas y vegetales”, sostiene esta nutricionista.

¿Y qué dijo sobre don Quijote, ese personaje al que siempre se le describe y representa como alto y delgado?

“Definitivamente, era un hombre más activo, hacía ejercicio y se alimentaba con una mejor selección de platos y porciones”, manifiesta.

El primer capítulo de la novela describe la alimentación de este caballero con manjares como vaca, carnero, salpicón, lentejas y palominos.

“La gente de antes no era tan obesa porque trabajaba mucho en el campo, eran muchísimo más activos, no estaban pegados a las computadoras”, agrega Alvarado, quien está convencida de que “el 70% de la prevención en salud está en lo que comemos”.

De acuerdo con esta nutricionista, la alimentación sana no es la alimentación light.

“La alimentación sana es la alimentación natural, comer lo más natural posible, comer lo menos procesado posible”, explica.

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