Tres consejos para aplicar hoy mismo:
- Permitir que los niños participen en actividades simples y supervisadas en la cocina mejora sus habilidades motoras y aumenta su interés y aceptación de alimentos.
- Asociar la hora de comer con momentos agradables puede hacer que los niños disfruten más la comida.
- Presentar los alimentos de manera atractiva y divertida ayuda a captar la atención de los niños.
Dra. Karla Sandí
Centro de Nutrición Clínica (CNC) – Hospital Metropolitano
cncsalud.com
Hábitos saludables
La infancia es la etapa en la que se construyen las bases sobre los hábitos, gustos y preferencias alimenticias que se mantendrán el resto de la vida.
Tener en estos primeros años de vida una salud gastrointestinal ayuda a que sean adultos con menor probabilidad de comorbilidades.
Recientes estudios determinan que la falta de educación nutricional y sensorial, así como la falta de estimulación en las habilidades culinarias en los niños, aumenta la probabilidad que a futuro sea menos sostenible un estilo de vida saludable, con un consumo balanceado de todos los grupos de comida (frutas, vegetales, harinas, proteínas, grasas y agua).
Por lo tanto, el involucrar a los más pequeños de la casa en la elección y compra de los alimentos y su elaboración beneficiará tanto para el desarrollo individual como para mejorar el ambiente como la relación familiar.
Autonomía y confianza
Otro de los beneficios que tiene el incorporar a los niños en la preparación de los alimentos es la autonomía y la confianza en ellos mismos.
Es decir, el sentirse capaces de contribuir en la cocina y culminar un platillo de comida que la familia va a disfrutar es gratificante para ellos.
Habilidades motoras
De las habilidades que llega a desarrollar el niño son las motrices.
Involucrarlos en la cocina mejora su capacidad de cortar, mezclar, amasar (ayuda con las texturas) la coordinación de mano y ojo.
Previene el rechazo de alimentos
La autosuficiencia en la preparación de los alimentos disminuye la posibilidad del rechazo en el consumo de las preparaciones, es decir, los niños están menos quisquillosos.
Sentir que han contribuido en la elaboración de un platillo puede hacer que tengan la mente más abierta a posibilidades de probar alimentos con nuevas texturas, colores y nuevas preparaciones.
Habilidades sociales
En la cocina, se beneficia la mejora de la comunicación y los lazos familiares, ya que se asocia el tiempo de comida con tiempo de calidad, trabajo en equipo y en que todos los miembros de la familia se reúnen algún momento determinado del día.
Se recomienda que este momento sea un tiempo de calidez en el cual queden por fuera temas sensibles o delicados, fomentando un ambiente de convivencia.
Por otro lado, la creatividad es uno de los factores que más se estimula cuando un niño se involucra en la preparación de los alimentos, ya que en esta etapa se aprende más fácilmente jugando y siendo manuales.
El que se incorporen ingredientes, sabores estimulan la imaginación y les ayuda a la toma de decisiones.
Recomendaciones
- Hacer del proceso algo natural, que no sea forzado.
- Involucrar a los niños en cualquier parte de la cadena de producción de los alimentos, desde el cultivo (en la medida de la posibilidad), cosecha, elección, compra, manipulación, preparación y servida de los alimentos.
- El consumir la mayor cantidad de tiempos de comida en familia durante el día fomenta una mejor aceptación, consumo y tolerancia a los alimentos.
- Implementar la creatividad en la presentación de los alimentos ayuda a que los niños presenten mayor atención a las preparaciones y se dé un consumo mayor de los alimentos.
- El brindar un ambiente de calidez y paz en los tiempos de comida, hace que los alimentos sean sinónimo de felicidad, tranquilidad y que no son un castigo.
- En el rol de padres agradecer a los hijos por la preparación de los alimentos, fomenta en ellos mayor confianza en todos los aspectos de la vida cotidiana además que fortalece la confianza y autosuficiencia.
Para lograr una mejora en el estado nutricional de los pacientes, y una modificación de hábitos alimenticios a corto y media plazo, se necesita disciplina, perseverancia, esfuerzo y tiempo de trabajo tanto del niño como de los padres y entorno familiar (mediante la implementación de alimentación, ejercicio y abordaje nutricional de acuerdo a las necesidades del niño) y así prevenir el sobre peso o la obesidad como tal.
El involucrar a los más pequeños de la casa en la elección y preparación de los alimentos es una inversión en su desarrollo de manera integral y en la calidad de vida a nivel familiar.
Fuentes
- Allirot, et al. (2018). La importancia de involucrar a niños y niñas en la preparación de las comidas. https://scielo.isciii.es/pdf/nh/v35nspe4/1699-5198-nh-35-nspe4-00136.pdf
- Al-Ali N.(2016). Los elementos de efectividad de los programas de educación nutricional infantil: la educación nutricional culinaria y sus beneficios. https://scielo.isciii.es/pdf/renhyd/v20n1/revision2.pdf
- Barba, et al. (2008). Tratamiento del niño obeso. http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1665-11462008000600011&lng=es&tlng=es
Publicado en Septiembre, 2024.
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