Cuando Pinocho llega a casa…

Cuando Pinocho llega a casa...

José David Guevara Muñoz
Periodista de Mi Bienestar
editorial@mibienestarcr.com

¿Quién no conoce a Pinocho?

Se trata de la marioneta de madera, el niño de pino que fabricó el carpintero Gepetto, famoso por el hecho de que la nariz le crecía cada vez que mentía.

Ese chico, inventado por el escritor italiano Carlo Collodi en 1882, es célebre por las historias y cuentos que inventaba para engañar y salirse con la suya.

¿Qué pueden hacer los padres cuando descubren que en su casa hay un Pinocho, un hijo que miente?

Lo primero que recomiendan diversos especialistas en infancia es no hacer el problema más grande de lo que es, sino tener claro que se trata, por lo general, de un comportamiento frecuente en los pequeños y que llega a superarse.

En este contexto, es importante conocer lo que dice la Biblioteca Médica Virtual del Hospital Metropolitano sobre el uso de la mentira en distintas etapas de la infancia:

Niños menores de 3 años

No mienten a propósito. No comprenden lo que dicen y solo están experimentando con el lenguaje y con los datos del mundo que acaban de descubrir.

También pueden mentir para evitar que los castiguen porque entienden las consecuencias, pero su código moral no está desarrollado.

Niños de entre 3 y 7 años

Suelen tener dificultades para separar el mundo real de la fantasía. A esta edad, pueden tener amigos imaginarios y disfrutar de las historias de hadas y los juegos de fantasía.

Las mentiras que dicen son mayormente historias que inventan, no mentiras intencionales.

Niños de 6 o 7 años

Entienden qué es mentir, pero seguirán engañando si es que pueden.

Niños de entre 6 y 12 años

Comprenden qué es mentir y la naturaleza moralmente incorrecta de este comportamiento. Sin embargo, pueden seguir mintiendo para poner a prueba las reglas y los límites de los adultos.

Puede que el niño admita que está mintiendo, pero generalmente tiene muchos motivos para haberlo hecho. A esta edad, las reglas son muy importantes, de modo que el engaño se vuelve menos importante.

¿Qué pueden hacer los padres si descubren que su hijo ha mentido?

HealthyChildren.org, un sitio en Internet de la Academia Americana de Pediatría, con sede en sede en Itasca, Illinois, advierte que los castigos severos no son eficaces.

En vez de eso, dicha organización sugiere hablar con el chico de inmediato y decirle que usted sabe que él no está diciendo la verdad. Propone, asimismo, utilizar palabras como estas: “Quiero que me digas solo la verdad y yo siempre te diré la verdad, para que siempre podamos creer el uno en el otro”.

HealthyChildren.org le recuerda a los padres que no hay nada mejor que el ejemplo de los mayores para enseñar a los hijos a decir la verdad y actuar con honestidad.
Ahora bien, si mentir se convierte en un comportamiento crónico, lo mejor es buscar ayuda profesional.

¿Cuáles factores pueden llevar a que un niño mienta?

La Biblioteca Médica Virtual puntualiza los siguientes:

  • Los niños pueden mentir si las expectativas de sus padres son muy altas.
  • Los niños pueden mentir sobre sus calificaciones si los padres creen que les va mejor en la escuela que lo que ocurre en realidad.
  • Si le preguntan a un niño por qué se comportó mal, puede que mienta dado que no es capaz de explicar las acciones.
  • Los niños a quienes no se los disciplina de un modo sistemático pueden mentir.
  • Los niños que no reciben elogios ni recompensas pueden mentir para conseguir atención.
  • Los niños que enfrentan problemas en la casa o en otro lugar pueden mentir como una forma de obtener ayuda.

¿En qué momento mentir se vuelve una preocupación?

Muchas situaciones pueden generar preocupación. Si cualquiera de estas cosas experiencias se parece a la de su hijo, es importante que hable con el proveedor de atención médica del niño:

– Un niño que miente y, al mismo tiempo, tiene otros problemas de conducta, por ejemplo, prende fuego a cosas, maltrata a las personas o a los animales, tiene problemas para dormir o es muy hiperactivo puede tener otros problemas psicológicos.
– Un niño que miente y no tiene muchos amigos o no quiere jugar en grupos puede tener la autoestima baja o estar deprimido.
– Un niño que miente para obtener algo de otra persona y no muestra signos de arrepentimiento.

Fuente: Biblioteca Médica Virtual del Hospital Metropolitano.

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