Tres consejos que usted puede aplicar ¡hoy!

1. Use solo antibióticos prescritos por un médico.
2. Complete el tratamiento, no lo deje a medias.
3. No comparta con otras personas los medicamentos que le enviaron a usted.

José David Guevara Muñoz
Periodista de Mi Bienestar
editorial@mibienestarcr.com

Cada vez que las personas hacemos un mal uso de los antibióticos, contribuimos a que diversas bacterias, gérmenes, virus, hongos y parásitos que atacan al cuerpo humano se vuelvan resistentes a esos medicamentos, lo que no solo hace más difícil el tratamiento de infecciones sino que aumenta el riesgo de propagación de enfermedades que pueden llegar a ser graves y mortales.

Hacer un uso indebido de los antibióticos significa consumirlos de manera irresponsable; es decir, a la ligera, sin la debida prescripción de un médico.

«La resistencia a los antibióticos es una preocupación seria a nivel mundial. Puede causar enfermedades muy difíciles de tratar», advierte la Biblioteca Médica Virtual del Hospital Metropolitano. (Le recomendamos leer el artículo Medicamentos: venta libre no significa consumo libre).

Tan crítica es esa situación que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado que la resistencia a los antibióticos es una de las 10 principales amenazas de salud pública que enfrenta la humanidad.

«Se habla de que para el año 2050 habrá en el mundo 10 millones de muertes anuales relacionadas con infecciones producidas por bacterias resistentes a los antibióticos», expresa el Dr. Saúl Quirós Cárdenas, infectólogo de los hospitales Metropolitano y México, y quien califica a este problema de «pandemia».

¿Cómo podemos hacer un uso correcto de los antibióticos?, le preguntamos a ese especialista egresado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Costa Rica. Respondió aportando cuatro consejos concretos: (Vale la pena leer la nota Dos infectólogos insisten en la necesidad de lavarse las manos).

1. Solo hay que usar los antibióticos prescritos por un médico. «Esto es fundamental, pues tomar antibióticos que no se necesitan incrementa la resistencia a ellos», señala el Dr. Quirós Cárdenas.
2. Muy relacionado con lo anterior, no hay que adquirir en las farmacias antibióticos solo porque los recomiende el dependiente.
3. Hay que completar el tratamiento de acuerdo con las indicaciones del profesional en salud. «No es que si me mandan a tomar medicamentos por siete días, dejo de hacerlo a los tres días porque ya me sentía mejor», manifiesta el infectólogo. Advierte que no completar un tratamiento abre la posibilidad de dejar vivas algunas bacterias, por lo que el mismo antibiótico no va a servir a futuro. «Las bacterias tienen buena memoria», comenta. 
4. Evitar compartir con otras personas los antibióticos que me recetaron porque «a mí me hicieron buenísimo». «Esto no sucedería si completáramos los tratamientos y entonces no nos sobraran medicamentos que guardar», señala el especialista.

«El mal uso de los antibióticos hace que las bacterias desarrollen mecanismos para adaptarse a los medicamentos. Es por eso que en algunos casos los médicos nos hemos quedado sin alternativas para atacar enfermedades o hemos tenido que echar mano a antibióticos que habíamos dejado de usar. Hay que ver esto como una emergencia de salud», insiste el infectólogo.