José David Guevara Muñoz
Periodista de Mi Bienestar

editorial@mibienestarcr.com

Cuando le pedimos al Dr. Warner Rodríguez, neumólogo del Hospital Metropolitano, tres consejos en materia de buenos hábitos de salud, no dudó en responder: “El primero: mantenerse delgado”.

“El paciente obeso oxigena mal por las noches porque la obesidad no permite que los pulmones se expandan bien”, dice este egresado de la Universidad de Costa Rica (UCR) y la Universidad de las Ciencias Médicas (UCIMED).

La neumología es la especialidad médica que diagnostica y trata las enfermedades de los pulmones y las vías respiratorias.

De acuerdo con ese médico, el hecho fundamental del proceso de respiración es absorber oxígeno del ambiente, pasarlo a la sangre, y exhalar para expulsar dióxido de carbono.

“Ese intercambio gaseoso entre el oxígeno y el dióxido de carbono es precisamente lo que nos mantiene vivos”, afirma el Dr. Rodríguez.

Luego explica que la masa de grasa que muchas personas tienen en el abdomen, empuja los pulmones, los presiona, por lo que estos no operan correctamente. Algo así como un acordeón al que no le entra todo el viento que necesita para funcionar bien. (Lea la nota: 8 efectos de la obesidad en la salud).

“El intercambio gaseoso, lo fundamental en la respiración, se ve comprometido durante las noches debido a la obesidad”, manifiesta el especialista.

Quizá usted se está pregunta, y con justa razón, cuáles fueron los otros dos consejos que dio este neumólogo.

El segundo, muy relacionado con el primero, es hacer ejercicio, un hábito -dice el médico- sumamente saludable para enfrentar las complicaciones del ritmo de vida moderno. (Lea la nota: Tres malos hábitos cotidianos que producen sobrepeso y obesidad).

Por último, dejar la cama única y exclusivamente para dormir y para la intimidad.

“La cama no es para ver la televisión o el teléfono celular, actividades que pueden causar insomnio”, advierte.

De acuerdo con la Biblioteca Médica Virtual del Hospital Metropolitano, el sobrepeso y la obesidad son puntos diferentes de la escala que va desde el bajo peso hasta la obesidad mórbida.

Lo que determina el punto de esta escala en el que se encuentra es el índice de masa corporal (IMC).

El IMC es una medición del peso en relación con la altura. Por lo general, sirve para saber la cantidad de grasa corporal que tiene.

Los proveedores de atención médica usan el IMC para averiguar el riesgo que tiene de padecer enfermedades relacionadas con la obesidad. (Lea la nota: La cirugía bariátrica mejora la vida de los pacientes obesos).

En algunas ocasiones, una persona con mucho músculo puede tener un IMC dentro de los límites del sobrepeso. Pero no se considera que estas personas tengan sobrepeso porque el tejido muscular pesa más que el adiposo.

En general, se considera que es ideal un IMC entre 20 y 24,9 en los adultos. Un IMC de más de 25 se considera sobrepeso.

Se considera que una persona tiene obesidad si su IMC es mayor de 30 y se considera que tiene obesidad mórbida (perjudicial para la salud) si el IMC es de 40 o más.