¿Qué es el Cáncer de Tiroides?

✔ El contenido médico de este artículo fue verificado por el Dr. Leonardo Fabrizio Lami Casaus, médico oncólogo.

Tres consejos para aplicar hoy mismo:
 
  1. Realícese autoexámenes regulares del cuello para detectar cualquier bulto o nódulo inusual en la zona de la tiroides, y consulte a un médico de inmediato si nota algún cambio.
  2. Si tiene historial familiar de cáncer de tiroides u otras enfermedades tiroideas, asegúrese de informar a su médico para establecer un plan de monitoreo.
  3. Consulte a médico sobre las precauciones que puede tomar para minimizar el riesgo de desarrollar cáncer de tiroides si ha tenido exposición a radiación en el pasado.

Dra. Ariane Lang
Periodista de Mi Bienestar
editorial@mibienestarcr.com

El cáncer de tiroides es una enfermedad en la que las células de la glándula tiroides comienzan a crecer de manera anormal y descontrolada. La tiroides es una glándula en forma de mariposa situada en la parte delantera del cuello encargada de producir hormonas tiroideas.

Aunque el cáncer de tiroides es relativamente raro en comparación con otros tipos de cáncer, su incidencia ha aumentado en las últimas décadas, posiblemente debido a tecnologías de imágenes mejorada que permiten un diagnóstico temprano.

Afortunadamente, la mayoría de los casos de cáncer de tiroides tienen un pronóstico favorable, especialmente cuando se detectan y tratan en etapas tempranas.

Tipos de cáncer de tiroides

Existen varios tipos de cáncer de tiroides, cada uno con características, tratamientos y pronósticos diferentes.

Carcinoma papilar

Es el tipo más común de cáncer de tiroides, representando aproximadamente el 80% de los casos. Suele crecer lentamente y con frecuencia, se detecta en un solo lóbulo de la tiroides, pero puede afectar ambos lóbulos.

El carcinoma papilar suele propagarse a los nódulos linfáticos del cuello, pero aún así tiene un buen pronóstico.

Carcinoma folicular

Representa alrededor del 10-15% de los casos de cáncer de tiroides, y se presenta principalmente en países en los que hay una baja ingesta de yodo.

El carcinoma folicular puede invadir los vasos sanguíneos y propagarse a otras partes del cuerpo, como los pulmones y los huesos.

Carcinoma medular

Este tipo de cáncer de tiroides es menos común, representando aproximadamente el 3-4% de los casos.

Se origina en las células C de la tiroides, que producen la hormona calcitonina. El carcinoma medular puede ser esporádico o hereditario.

Carcinoma anaplásico

Es el tipo más raro y agresivo de cáncer de tiroides, representando menos del 2% de los casos. Crece rápidamente y puede ser difícil de tratar.

Síntomas del cáncer de tiroides

En sus primeras etapas, el cáncer de tiroides a menudo no causa síntomas y no se detecta en exámenes de hormonas tiroideas. Sin embargo, a medida que la enfermedad progresa, pueden aparecer los siguientes:

  • Bulto en el cuello: Es uno de los primeros síntomas visibles del cáncer de tiroides. El bulto o nódulo tiroideo puede ser indoloro y palpable en la parte frontal del cuello.
  • Cambios en la voz: Un tumor que afecta el nervio laríngeo recurrente puede causar ronquera o cambios en la voz.
  • Dificultad para tragar o respirar: Si el tumor crece lo suficiente, puede presionar el esófago o la tráquea, dificultando la deglución o la respiración.
  • Dolor en el cuello o garganta: El dolor en estas áreas puede ser un signo de un tumor más avanzado.
  • Ganglios linfáticos inflamados: La presencia de ganglios linfáticos inflamados en el cuello puede indicar que el cáncer se ha diseminado a estas estructuras.

Causas y factores de riesgo

Las causas exactas del cáncer de tiroides no siempre están claras, pero se han identificado varios factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar esta enfermedad:

  1. Exposición a la radiación: La exposición a la radiación, especialmente durante la infancia, es un factor de riesgo conocido para el cáncer de tiroides. Esto incluye la radioterapia en la cabeza, el cuello o el pecho.
  2. Antecedentes familiares: Un historial familiar de cáncer de tiroides, especialmente carcinoma medular, puede aumentar el riesgo. Algunas mutaciones genéticas heredadas también están asociadas con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de tiroides.
  3. Edad y sexo: El cáncer de tiroides es más común en mujeres que en hombres y suele diagnosticarse entre los 40 y 50 años en mujeres y entre los 60 y 70 años en hombres.

Diagnóstico del cáncer de tiroides

El diagnóstico temprano del cáncer de tiroides es crucial para un tratamiento exitoso. Los métodos comunes para diagnosticar el cáncer de tiroides incluyen:

  • Examen físico: El médico examina el cuello en busca de bultos o nódulos y evalúa la voz del paciente para detectar posibles cambios.
  • Pruebas de imagen: Los ultrasonidos de tiroides son útiles para evaluar la estructura de la glándula y detectar nódulos sospechosos. Otros estudios de imagen, como la tomografía computarizada (TC), resonancia magnética (RM), gammagrafía con yodo radiactivo o rayos X pueden ser utilizados para determinar la extensión del cáncer.
  • Biopsia por aspiración con aguja fina (BAAF): Es el método más común para diagnosticar el cáncer de tiroides. Durante esta prueba, se extrae una pequeña muestra de tejido del nódulo tiroideo con una aguja fina, que luego se analiza bajo un microscopio para detectar células cancerosas.
  • Pruebas de función tiroidea: Aunque no diagnostican directamente el cáncer, estas pruebas pueden evaluar cómo está funcionando la glándula tiroides y detectar niveles anormales de hormonas tiroideas.

Tratamiento del cáncer de tiroides

El tratamiento del cáncer de tiroides depende del tipo, tamaño y estadio del tumor, así como de la salud general del paciente. Las opciones de tratamiento más comunes incluyen:

  • Cirugía: La cirugía es el tratamiento más común para el cáncer de tiroides. Puede implicar la extirpación parcial (lobectomía) o total (tiroidectomía) de la glándula tiroides. En algunos casos, también se extirpan los ganglios linfáticos cercanos.
  • Terapia con yodo radiactivo: Después de la cirugía, se puede usar yodo radiactivo para destruir cualquier célula tiroidea residual.
  • Radioterapia externa: Este tipo de radiación dirigida a áreas específicas puede ser utilizada en casos de cáncer de tiroides que no responden al yodo radiactivo o cuando la cirugía no es una opción viable.
  • Terapia dirigida: En casos de cáncer de tiroides avanzado, se pueden utilizar medicamentos dirigidos que bloquean las vías que permiten el crecimiento de las células cancerosas.
  • Quimioterapia: Aunque no es común en el tratamiento del cáncer de tiroides, la quimioterapia puede ser utilizada en combinación con la radioterapia externa en casos de cáncer anaplásico.

El cáncer de tiroides es una enfermedad compleja, pero con los avances en el diagnóstico y tratamiento, el pronóstico para los pacientes ha mejorado significativamente.

Como con cualquier enfermedad, la detección temprana es clave, por lo que es importante estar atento a los síntomas y realizarse chequeos médicos regulares, especialmente si se tienen factores de riesgo.

Fuentes:

Publicado en Septiembre, 2024.

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