Tres consejos para aplicar hoy mismo:
- Hable y escuche a sus hijos con respeto, utilizando un lenguaje claro y comprensible según su edad.
- Procure evitar las órdenes autoritarias y las críticas despectivas.
- Apoye la independencia de sus hijos permitiéndoles tomar decisiones adecuadas para su edad y fomentar la resolución de problemas por sí mismos.
Dra. Ariane Lang
Periodista de Mi Bienestar
editorial@mibienestarcr.com
La Dra. Ximena Simoneau, psicóloga del Centro de Salud Mental Herrera Amighetti, explica que la crianza respetuosa «es un enfoque de la educación infantil que se centra en la disciplina positiva y en la práctica consciente, coherente y constante de actitudes constructivas por parte de los cuidadores.»
A diferencia de otros estilos de crianza, la crianza respetuosa prioriza el respeto mutuo y la promoción de la autonomía del menor. Además, la comunicación se practica de manera bidireccional, incluyendo explicaciones por parte de los adultos, consecuencias lógicas y validación emocional hacia el niño.
Según indica la Dra, este método aboga por un enfoque más humano y empático, promoviendo el aprendizaje de habilidades vitales en los niños y niñas mediante la reflexión, comprensión y empatía, donde se enseña y guía al menor en lugar de basarse en el miedo, el castigo, la amenaza y la vergüenza para controlar el comportamiento.
Principios Fundamentales de la Crianza Respetuosa
- Reconocimiento y valoración de la individualidad: Esto implica respetar la personalidad única del niño, sus intereses y su ritmo de desarrollo, promoviendo un ambiente donde los niños se sientan comprendidos y aceptados tal como son.
- Comunicación respetuosa: Este principio evita las órdenes autoritarias y las críticas despectivas, fomentando en su lugar un diálogo respetuoso y claro. «Se habla y escucha a los niños con respeto, utilizando un lenguaje claro y comprensible según su edad», añade la Dra. Simoneau.
- Promoción de la autonomía: Se apoya la independencia del menor, permitiéndole tomar decisiones adecuadas para su edad y fomentando la resolución de problemas por sí mismos.
- Empatía y comprensión: La empatía y la comprensión son fundamentales para responder adecuadamente a las necesidades y emociones del menor. Este enfoque ayuda a los niños a sentirse seguros y emocionalmente apoyados.
- Fomento de la resiliencia: Ayudar a los niños a desarrollar habilidades para enfrentar y superar desafíos promueve la perseverancia y la capacidad de recuperación.
- Establecimiento de límites claros y coherentes: Los límites deben ser consistentes y justos, y explicados de manera que los niños los comprendan.
- Conexión y vínculo afectivo: Asegurar que los niños se sientan seguros, valorados y amados es un aspecto fundamental de la crianza respetuosa y necesario para el desarrollo emocional y psicológico saludable.
- Autocuidado parental: «Se enfatiza la importancia de que los padres y madres se cuiden a sí mismos, ya que esto les permite cuidar efectivamente a sus hijos e hijas», menciona la Dra. Simoneau. Los padres que practican el autocuidado están mejor equipados para manejar el estrés y la frustración, lo que les permite responder de manera más calmada y efectiva a las necesidades de sus hijos.
Beneficios de la crianza respetuosa
«La crianza respetuosa brinda a los niños una base sumamente sólida para el desarrollo emocional y psicológico, otorgándoles herramientas para enfrentar la vida con resiliencia, confianza y empatía», comenta la psicóloga.
Sus beneficios emocionales incluyen:
- Una autoestima potenciada.
- Validación emocional y la comunicación abierta, que permite a los menores aprender a identificar, expresar y gestionar sus emociones de una manera saludable.
- Desarrollo de una sensación de seguridad emocional.
- Aprendizaje y aplicación de la empatía y compresión en el día a día.
Sus beneficios psicológicos incluyen:
- Se fomenta la independencia y la capacidad de toma de decisiones, otorgando un sentido de autoeficacia y confianza en sus habilidades.
- Al involucrar al niño o niña en la resolución de conflictos, se enseñan habilidades en resolución de conflictos y análisis a nivel de pensamiento.
- Desarrollo de mayor resiliencia al enfrentar distintos desafíos gracias a la seguridad y apoyo emocional brindados.
Estableciendo límites y disciplina de manera respetuosa
Establecer límites y disciplina de manera respetuosa es posible a través de una comunicación clara y consistente.
Por ejemplo, explicar las reglas de manera comprensible y repetirlas regularmente ayuda a que los niños las entiendan y las recuerden. Asimismo, permitir que los niños experimenten las consecuencias naturales de sus acciones también es una forma efectiva de enseñarles sobre la relación entre sus acciones y los resultados.
La Dra. Simoneau sugiere «establecer consecuencias lógicas directamente relacionadas con el comportamiento. Por ejemplo, si el niño rompe un juguete, puede ayudar a limpiar el desorden o arreglarlo de ser posible». Además, enseñar alternativas aceptables al comportamiento que se desea modificar y predicar con el ejemplo de comportamientos deseables son estrategias efectivas dado que ellos aprenden observando.
Por último, la planificación y el establecimiento de rutinas y estructuras les ayuda a saber qué se espera de ellos, facilitándoles la oportunidad de comportarse adecuadamente.
Estrategias para manejar el estrés y la frustración
Los padres que practican la crianza respetuosa pueden manejar el estrés y la frustración cuando se dé una conducta no deseada por parte del menor mediante varias estrategias.
La Dra. Simoneau recomienda «practicar la respiración profunda, tomar una pausa y reflexionar sobre lo que puede estar causando dicha conducta y cómo abordarlo de la mejor manera».
Además, sugiere comunicar y validarle al menor sus sentimientos e involucrarlo en el proceso para encontrar una solución.
Finalmente, indica la importancia de no olvidar el autocuidado regular, pedir y aceptar ayuda de ser necesario, poner en práctica la comunicación efectiva, tener metas realistas con respecto al proceso, sacar tiempos de descanso y de ser necesario, practicar las pausas durante el conflicto.
Al practicar esta forma de crianza, los padres pueden crear un ambiente positivo y seguro que fomenta el crecimiento emocional y psicológico saludable de sus hijos, preparándolos para enfrentar los desafíos de la vida con resiliencia, confianza y empatía.
Fuentes:
- Entrevista a Dra. Ximena Simoneau. Psicóloga del Centro de Salud Mental Herrera-Amighetti. (2024).
- La Dra. Simoneau es una profesional en psicología, graduada de la Universidad de Iberoamérica y profesional en educación especial, graduada de la Universidad Nacional. Ha tenido la experiencia de trabajar con una amplia variedad de personas, desde niños hasta adultos mayores, tanto con discapacidad como sin ellas, así como en entornos educativos y clínicos, brindando atención personalizada y diseñado estrategias adaptadas a las necesidades individuales de cada persona. Puede seguirla y compartir sus pensamientos con ella en Instagram.
Publicado en Julio, 2024.
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