José David Guevara Muñoz
Periodista de Mi Bienestar
editorial@mibienestarcr.com
Cuando de sentirse bien se trata, los buenos consejos nunca pasan de moda; entre ellos, los que ayudan a prevenir las quemaduras de sol, un tema aún más relevante cuando llega el verano.
Vale la pena repetir la eterna recomendación de utilizar protector solar con factor de protección 30 como mínimo.
Lo ideal es aplicar esa loción media hora antes de salir, y repetir el procedimiento varias veces al día.
Asimismo, vista con ropa que proteja su piel de los rayos solares; por ejemplo, mangas largas, sombreros y gorras con ala ancha.
Muy importante: evite exponerse al sol entre las 10:00 a.m. y las 2:00 p.m.
A los bebés menores de 6 meses hay que mantenerlos alejados de la luz directa del sol. (Vale la pena leer el recuadro: “Primeros auxilios para sus niños”).
Todas estas medidas de precaución deben aplicarse al salir al aire libre, incluso en días fríos o nublados.
Las quemaduras de sol son reacciones dolorosas en la piel tras la exposición a la radiación ultravioleta; es decir, los rayos que forman parte de la luz solar.
Estamos hablando de enrojecimiento, inflamación, ampollas o piel seca con picazón.
Las personas también pueden experimentar fiebre, debilidad y escalofríos. Los casos graves pueden producir náuseas y desvanecimiento.
De acuerdo con la Biblioteca Médica Virtual del Hospital Metropolitano, las quemaduras múltiples o excesivas pueden provocar envejecimiento prematuro de la piel.
“La exposición al sol constituye la causa principal del cáncer de piel”, alerta.
¿Dónde se manifiesta el cáncer de piel? Según la Clínica Mayo, prestigiosa institución estadounidense, eso sucede principalmente en las zonas del cuerpo más expuestas a la luz solar: cuero cabelludo, rostro, labios, orejas, cuello, pecho, brazos, manos, piernas y espalda.
Aunque promueve las medidas de protección mencionadas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recuerda que no se trata de irse al extremo pues el sol tiene múltiples beneficios en la salud del organismo, por ejemplo, aumentar los niveles de vitamina D.
La Dra. Laura Garzona, dermatóloga del Centro de Cáncer y Hematología del Hospital Metropolitano, advierte sobre la importancia de prevenir el melanoma desde edades tempranas pues es la forma más agresiva de cáncer de piel. Este padecimiento representa aproximadamente el 2% de los nuevos casos de cáncer en todo el mundo, pero produce la mayoría de las muertes por cáncer de piel. Aunque la edad promedio de diagnóstico es de 65 años, este tipo de cáncer es uno de los más comunes en adultos menores de 30 años.
«El melanoma no se puede prevenir por completo, pero hay formas para reducir el riesgo. La manera principal es protegerse contra los rayos UV, que dañan el ADN de las células de la piel y afectan los genes que controlan el crecimiento de las células de la piel», explica esa especialista. (Vale la pena leer la nota Hidratación: un buen hábito que no debe evaporarse).
Primeros auxilios para sus niños
Si su hijo se quema la piel con el sol, estos consejos pueden ser muy útiles:
– Haga que su hijo tome un baño frío o use compresas frías en la zona quemada por el sol.
– Dele acetaminofén o ibuprofeno para aliviarle las molestias y la fiebre. Asegúrese de seguir las instrucciones del envase. Nunca les dé aspirina a los niños.
– Si el proveedor de atención médica de su hijo se lo indica, aplique un hidratante, gel de aloe, crema con hidrocortisona o un calmante tópico del dolor en piel quemada por el sol.
– Si su hijo tiene ampollas en la piel, no las rompa, ya que se pueden infectar.
– Mantenga a su hijo alejado del sol hasta que se haya cicatrizado la quemadura.
– Dele líquidos extra durante varios días para prevenir la deshidratación.
Fuente: Biblioteca Médica Virtual del Hospital Metropolitano.
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