Tres consejos que usted puede aplicar ¡hoy!

1. No consuma más de una cucharadita de sal por día.
2. Sustituya el consumo de sodio con otras especias y sazonadores más saludables.
3. Consulte a un médico sobre la cantidad de sal que usted puede ingerir diariamente.

José David Guevara Muñoz
Periodista de Mi Bienestar
editorial@mibienestarcr.com

La nutricionista Noemy Araya es contundente al hacer esta advertencia: «Un paciente hipertenso debe saber cuánta sal puede consumir».

Se trata de una voz autorizada, pues esta especialista del Centro de Nutrición Clínica (CNC) de Grupo Montecristo no solo tiene 13 años de experiencia profesional, sino que además tiene familiares muy queridos que padecen de presión alta. (Le recomendamos leer la nota Lo bueno y lo malo de la sal).

«La buena alimentación debe ser algo que me impida padecer enfermedades que puedo evitar. Más que paliativa, la nutrición debe ser preventiva», afirma quien aconseja consultar a un especialista en nutrición respecto a la cantidad de sal que debe ingerir una persona hipertensa..

Sin embargo, si nos guiamos por las palabras de otra especialista del CNC, Gabriela Salas, pareciera que ese ideal está aún muy lejos de cumplirse en la realidad…

«La recomendación es consumir 5 gramos de sal por día (lo que equivale a una cucharadita), pero el costarricense promedio  consume el doble o más y eso se ve reflejado en muchas patologías; por ejemplo, el aumento de casos de hipertensión arterial». (Vale la pena leer la nota No solo de sal vive el paladar).

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), una persona es hipertensa cuando la medición de su presión arterial alta es igual o está por encima de 140/90 mmHg.

«La hipertensión es un trastorno por el cual los vasos sanguíneos tienen persistentemente una tensión elevada. La sangre se distribuye desde el corazón a todo el cuerpo por medio de los vasos sanguíneos. Con cada latido, el corazón bombea sangre a los vasos. La tensión arterial se genera por la fuerza de la sangre que empuja las paredes de los vasos sanguíneos (arterias) cuando el corazón bombea. Cuanto más alta es la tensión, más dificultad tiene el corazón para bombear», explica la OMS. (Esta nota contiene información valiosa para su bienestar: Tres pecados capitales que cometemos con la sal).

Advierte esa institución que ese  es el principal factor de riesgo para muertes por enfermedades cardiovasculares.

La cardióloga Natalia Ugalde, del Hospital Metropolitano, explica que cuando el organismo tiene una sobrecarga de sodio debido a la alta ingesta de sal, los riñones dejan de realizar bien la tarea de filtrar las sustancias tóxicas que el cuerpo desecha a través de la orina. (No se quede sin leer la nota El cuidado del corazón empieza en la infancia).

«Eso hace que aumenten los niveles de presión arterial», alerta esa doctora.

«Si sus riñones están sanos, usted puede sacar el exceso de sal de su cuerpo, pero a las personas con enfermedades renales hay que restringirles el consumo de sal porque sus cuerpos retienen más líquido y eso produce hipertensión», expresa el Dr. Oscar Alvarado Sánchez, nefrólogo (especialista en enfermedades de los riñones), del Hospital Metropolitano. (Lea la nota 6 buenos hábitos para consentir a sus riñones).