Tres consejos que usted puede aplicar ¡hoy!

1. Promueva la práctica del deporte en el hogar.
2. Apoye los intereses deportivos de sus hijos.
3. Aproveche los canales de comunicación entre padres e hijos que abre el ejercicio.

José David Guevara Muñoz
Periodista de Mi Bienestar
editorial@mibienestarcr.com

El papá se llama Arturo; la mamá, Marylis; la hija mayor, Juliana, y el menor, Matías. Se trata de una familia en la que la práctica del deporte ocupa un lugar de privilegio.

«Para nosotros el ejercicio físico es muy importante para mantener la buena salud mental y facilitar el acercamiento entre padres e hijos», manifiesta Marylis González Anglada, madre de ese hogar y pediatra del Centro PediaClinic, de Grupo Montecristo. (A usted le conviene leer la nota «El amor al deporte se siembra en la infancia»).

Afirma la Organización Mundial de la Salud (OMS) que la actividad física regular no solo contribuye a prevenir y controlar las enfermedades no transmisibles (como las cardíacas, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes y varios tipos de cáncer), sino también la hipertensión, además de que ayuda a mantener un peso corporal saludable y mejorar la salud mental, la calidad de vida y el bienestar.

Con González Anglada conversamos hace pocos días en torno a la importancia de la actividad física y el juego en el desarrollo de niños y adolescentes, un diálogo durante el cual la pasión por el deporte en la familia de esta profesional afloró de manera espontánea. (Le recomendamos leer la nota El deporte le enseña a los niños a ganar y a perder).

La hija, Juliana, de 16 años, practica danza aérea con telas colgantes. «Durante la pandemia (del Covid-19) tenía su propia tela en casa, por lo que practicaba casi que 24/7. Recibía las clases virtuales del colegio guindada en la tela y de cabeza, por lo que más de una vez los profesores nos llamaron la atención», cuenta la pediatra.

Matías, el menor de la familia, con 14 años, es un ciclista de alto rendimiento. Entrena de lunes a viernes  a partir de las 4:00 a.m. y compite durante los fines de semana. (Es importante leer la nota ¿Es seguro hacer ejercicios con los videos de las redes sociales?).

«Es un gran ejemplo para nosotros porque es super disciplinado y se enfoca en metas muy altas. Mi esposo y yo le dijimos esto es suyo, es su sueño, si quiere que nos levantemos temprano para llevarlo al velódromo tiene que levantarse y preparar café, si no hay café no lo llevamos», cuenta Marylis.

Luego confiesa que su esposo, Arturo, es quien más se sacrifica para llevar al hijo a sus entrenamientos. No solo eso, se mantiene sumamente informado sobre lo que acontece en el ciclismo mundial y nacional. (Relevante lo que aconseja un cardiólogo: «Hay que inculcar buenos hábitos duraderos en los niños»).

«Es un papá que le da muchísima pelota a su hijo, lo que les ha proporcionado espacios de intereses en común», expresa la pediatra, quien los martes y los sábados comparte tiempo con su hija a través de la equitación.

«Resguardamos mucho esos espacios porque abren espacios de comunicación entre padres e hijos que permiten hablar de temas importantes como las buenas y las malas influencias», concluye González Anglada. (No se quede sin leer la nota «La actitud mental positiva se construye poco a poco»).

«Un programa diario de ejercicios es una manera divertida de compartir una actividad física con la familia y los amigos, a la vez que permite establecer buenos hábitos para tener un corazón saludable», asegura la Biblioteca Médica Virtual del Hospital Metropolitano.