Tenga cuidado con las dietas restrictivas

Tenga cuidado
con las
dietas
restrictivas

José David Guevara Muñoz
Periodista de Mi Bienestar

editorial@mibienestarcr.com

Una dieta restrictiva es un plan de alimentación que promete obtener efectos rápidos y milagrosos en la pérdida de peso, siempre y cuando la persona se abstenga de consumir ciertos tipos de alimentos.

El problema es que quienes se someten a esas dietas, privan a sus organismos de alimentos o nutrientes sumamente necesarios para la salud.

De la noche a la mañana, los partidarios de esos planes se alejan de las grasas, proteínas o carbohidratos.

La Organización Mundial de la Salud es clara al advertir que las diestas restrictivas son un importante factor de riesgo para desarrollar enfermedades crónicas como las cardiovasculares, cáncer o diabetes.

Sobre este tema conversamos con la Dra. Karen Sanabria, del Centro de Nutrición Clínica.

Hay personas que tienen el hábito de saltar de dieta en dieta. ¿Qué piensa usted sobre esto?

Puede ser muy riesgoso para la salud, pues por lo general se trata de dietas restrictivas. Tenemos, por ejemplo, dietas en las que no se pueden consumir carbohidratos y otras que prohíben comer frutas.

Y sin embargo, se ponen de moda.

Lo que pasa es que tal vez a una persona le dio resultado un cierto tipo de plan debido a sus patologías o requerimientos, y entonces lo recomienda. Pero no puedo decir que lo que me funcionó a mí le va a funcionar a otros.

Pero muchas personas pierden peso con ellas.

Sí, las personas hacen esas dietas enfocadas en el objetivo de perder peso y puede que sí lo logren, pero ¿de qué manera bajó ese peso? No lo sabemos. Lo que pasa con muchas de esas pérdidas de peso que se logran en uno, dos o tres meses, es que se pierde peso en músculo y no en grasa. El músculo es super importante, por eso las nutricionistas elaboramos planes de alimentación en los que se pierda peso en grasa y no en músculo.

¿Cuáles efectos tiene una dieta restrictiva en la salud?

Las dietas muy restrictivas en calorías o en nutrientes hacen que la persona sufra desnutrición; por falta de nutrientes, se le cae el pelo, las uñas son quebradizas, tiene la boca seca, la piel seca…

¿Otras consecuencias?

A final de cuentas, la persona logra el objetivo de bajar de peso pero muchos se cansan de esa dieta, no la hacen más y vuelven a comer como lo hacían antes, con exceso de grasas y azúcares. No adquirieron un hábito y es entonces cuando se da el famoso efecto rebote: se vuelve a subir de peso.

He visto que muchas personas que han practicado diversos tipos de dietas generan un desorden metabólico tal que cuando acuden a una nutricionista, en busca de un plan de alimentación saludable, les cuesta un poco tener paciencia para ver los cambios que se dan poco a poco y no como en las dietas restrictivas que siguieron.

¿Lo ideal es siempre consultar a un nutricionista antes de seguir cualquier tipo de dieta?

Por supuesto. Un nutricionista vela porque su organismo tenga la cantidad de nutrientes que necesita, que las calorías no vayan a ser tan bajas que el paciente sienta descompensaciones. El especialista se compromete a cuidar la salud de la persona. El paciente puede estar seguro de que va a obtener resultados que se mantienen en el tiempo. Esto es educación, las nutricionistas damos educación nutricional para que la persona sea capaz de elegir sus alimentos. La educación hace que la persona sea capaz de mantener lo aprendido y mantener el peso ideal.       

Educación nutricional

Los nutricionistas certificados son expertos en alimentación y nutrición. Evalúan la salud y las necesidades nutricionales de una persona y elaboran un plan que satisfaga esas necesidades. Los nutricionistas certificados tienen capacitación para ayudarlo con diversas necesidades de alimentación, nutrición y salud. Entre ellas, se encuentran las siguientes:

– Orientación para bajar o subir de peso.
– Guía para encontrar alimentos que sean fáciles de tragar.
– Ayuda para elaborar dietas especiales para determinadas afecciones, como la celiaquía, las alergias a los alimentos, la gota o problemas digestivos.
– Comprensión de los cambios que tiene que hacer en la dieta debido a una discapacidad.
– Ayuda con las fórmulas y los cronogramas de alimentación por sonda para las personas que no pueden tragar.
– Enseñanza a una persona y sus familiares sobre los temas de nutrición asociados a una enfermedad, por ejemplo la diabetes o las enfermedades cardíacas.
– Ayuda para que una persona supere un trastorno de la alimentación.
– Apoyo para encontrar alimentos que mejoren el rendimiento atlético
– Información sobre cómo planificar y preparar comidas saludables
– Ayuda para prepararse o ajustar la alimentación después de una cirugía de pérdida de peso (bariátrica).
– Información para los padres sobre la nutrición infantil.
– Asesoría sobre la nutrición adecuada antes del embarazo, durante este y después.

Fuente: Biblioteca Médica Virtual del Hospital Metropolitano.

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