«Hay quienes no tienen buenas relaciones con los alimentos»

"Hay quienes no tienen buenas relaciones con los alimentos"

José David Guevara Muñoz
Periodista de Mi Bienestar
editorial@mibienestarcr.com

A la nutricionista Adriana Alvarado le llama la atención una situación que ve con mucha frecuencia en el Centro de Pérdida de Peso, del Hospital Metropolitano.

Se trata de pacientes que tienen un común denominador: se han pasado haciendo dieta toda la vida.

Es gente habituada a tomar refrescos light y comer ensaladas.

“Sin embargo, una se pregunta por qué tienen ese Índice de Masa Corporal (IMC) tan alto y padecen obesidad mórbida (dañina para la salud)”, cuestiona quien dirige el Centro de Nutrición Clínica (CNC), de Grupo Montecristo.

Ella misma contesta: “Porque son personas que no tienen buenas relaciones con los alimentos, pues han pasado haciendo dietas toda la vida. En cambio, hay otras personas que se mantienen bien y comen de todo; estas saben comer con moderación”.

La Biblioteca Médica Virtual del Hospital Metropolitano define el IMC como una forma de medir la obesidad. Es una medición de la grasa corporal según la altura y el peso. Un IMC entre 25 y 30 significa que tiene sobrepeso. Un IMC superior a 30 significa que tiene obesidad.

De acuerdo con el criterio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), alimentarse con moderación pasa por el hecho de que los alimentos naturales y mínimamente procesados sean los componentes básicos de la dieta.

En este contexto, sugiere limitar el uso de alimentos procesados y evitar los alimentos ultra procesados.

Evitar los alimentos procesados es uno de los buenos hábitos que realiza la Dra. Jéssica Gutiérrez, cirujana bariátrica que forma parte del Centro de Pérdida de Peso, del Hospital Metropolitano.

“Sobrepeso y obesidad son dos problemas muy preocupantes pues afectan mucho la calidad de vida. Tenemos que incentivar a la población a trabajar en esto”, manifiesta Gutiérrez, quien también es disciplinada con la práctica del ejercicio.

Desde la perspectiva de la nutricionista Adriana Alvarado, una persona no debería comer papas fritas tres veces a la semana, pero sí podría comprar las papas y cocinarlas en la freidora de aire para poder disfrutar de un alimento saludable.

“La papa no es un alimento malo. Ahora bien, si alguien quiere comer papas fritas grasosas, esas que la gente dice que son deliciosas, una vez por semana o cada quince días, no hay problema siempre y cuando opte por una combinación balanceada ; es decir, no pedir papas fritas, hamburguesa y refresco gaseoso. Puede comer papas fritas con un lomito y vegetales”.

La clave está no en pelearse con los alimentos, sino en saber comer con moderación.

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