Tres consejos que usted puede aplicar ¡hoy!

1. Tómese el agua despacio.
2. Absténgase de endulzar mucho la bebida.
3. No caiga en la trampa de no hidratarse diariamente.

José David Guevara Muñoz
Periodista de Mi Bienestar
editorial@mibienestarcr.com

Primer error: tomarse el agua rápido.

«Entre más rápido la consumimos, más rápido la desecha nuestro cuerpo, por lo que no logramos una adecuada hidratación», explica la nutricionista Gabriela Salas. (Vale la pena leer la nota Hidratación: un buen hábito que no debe evaporarse).

Apresurarse tiene otro efecto: nos obliga a ir continuamente al baño.

Segundo error: agregarle mucha azúcar al agua.

«Tampoco hay que recurrir a soluciones en polvo altamente dulces», aconseja esa profesional del Centro de Nutrición Clínica (CNC) de Grupo Montecristo. (Esta nota tiene información relevante para usted: No todo líquido hidrata).

Tercer error: no beber del todo.

«Definitivamente, necesitamos del agua para que nuestros cuerpos funcionen lo mejor posible», afirma Salas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda mantenerse hidratado en cualquier etapa de la vida. Esto significa reponer cada día los líquidos que el organismo desecha por medio del sudor, al exhalar aire y a través de la orina. (Complemente su lectura con esta nota: ¿Cuánta agua hay que tomar cada día?).

De acuerdo con esa institución, el cuerpo pierde, en promedio, de dos a tres cuartos de galón de agua diariamente. De allí que la Clínica Mayo, organización estadounidense, recomiende que los hombres jóvenes y adultos tomen unas 15,5 tazas de agua cada día, en tanto que las mujeres en esas edades beban aproximadamente 11,5 tazas. (No se quede sin leer la nota Lo que la orina nos dice sobre la hidratación).

«Nuestro cuerpo es entre un setenta y un ochenta por ciento agua, por lo que este líquido interviene en todas las funciones del organismo», manifiesta Gabriela Salas.