“A los hijos hay que enseñarles, desde que están niños, cuáles alimentos son sanos y cuáles no tanto”, afirma la Dra. Adriana Alvarado, fundadora y directora del Centro de Nutrición Clínica (CNC).

Se trata de una de las empresas que forma parte de la división de salud de Grupo Montecristo.

De acuerdo con esta especialista, no se trata de que en el hogar se clasifiquen los alimentos como buenos o malos, sino de dotar a los pequeños de herramientas que les permitan tener criterio a la hora de consumir.

“La idea es que aprendan a distinguir que el té frío tiene azúcar, la galleta tiene azúcar, el helado tiene azúcar y el chocolate tiene azúcar”.

De esa manera, sostiene la nutricionista, el niño sabrá que no puede comer o beber estos cuatro productos en un mismo día.

“Lo vivo personalmente. Tengo tres hijos y desde el más chiquitito, que tiene cuatro años, me pregunta ‘¿mamá, me puedo comer esto?’, y él mismo me dice que es lo único con azúcar que va a comer en el día.

“Mis hijos no ven los alimentos como prohibidos, pero sí entienden que hay que comer vegetales, frutas y comida preparada en casa”.

En opinión de Alvarado, esa es la mejor herramienta que se le puede dar a un niño para que tenga un estilo de vida saludable, con un peso adecuado y mejor preparado para prevenir enfermedades.