¿Qué puede hacer usted si no le gusta el sabor del agua?
✔ El contenido médico de este artículo fue verificado por la Dra. Mariela Pacheco
Tres consejos que usted puede aplicar ¡hoy!
- En caso de que le desagrade el sabor del agua, agréguele unas gotas de limón.
- Tenga siempre a mano una botella con ese líquido vital para hidratarse a lo largo del día.
- En caso de que padezca una enfermedad crónica, consulte a un médico sobre la cantidad de agua que puede ingerir diariamente.
José David Guevara Muñoz
Periodista de Mi Bienestar
editorial@mibienestarcr.com
Dice la Dra. Gabriela Salas, del Centro de Nutrición Clínica (CNC), que con mucha frecuencia los pacientes aprovechan la visita a su consultorio para preguntarle qué pueden hacer para hidratarse ya que no les gusta el sabor del agua.
Esa consulta, afirma la nutricionista, es planteada principalmente por personas mayores que crecieron en años en los que la población en general no tenía el hábito de tomar a diario ese líquido vital. (Lea la nota Hidratación: un buen hábito que no debe evaporarse).
La primera recomendación que esa profesional le hace a sus pacientes es que le den otro sabor al agua con unas cuantas gotas de limón, menta, un trozo de fruta o algún polvo para refrescos sin calorías.
Su colega, la Dra. Noemy Araya, asegura que ella atiende a personas que han superado su rechazo al agua gracias a que compraron una botella bonita que cargan a todas partes, lo que les permite estar bebiendo pequeños sorbos a lo largo del día. (Vale la pena leer la nota ¿Cuánta agua hay que tomar cada día?).
Para Salas eso es clave, pues es difícil adquirir el buen hábito de la hidratación si no se tiene el agua a la mano en donde quiera que se esté. (No se quede sin leer la nota No todo líquido hidrata).
«Hay quienes programan alarmas en sus teléfonos celulares para recordar las horas de tomar agua», cuenta la Dra. Salas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) asevera que el agua es vital para el ser humano porque contribuye a regular la temperatura corporal gracias a que mantiene la piel hidratada y flexible, además de que lubrica órganos y articulaciones, y colabora con el proceso digestivo. (Esta nota puede resultarle útil: Lo que la orina nos dice sobre la hidratación).
Según Natalia Ugalde, cardióloga del Hospital Metropolitano, una persona sana necesita tomar entre 1,5 y 2 litros de agua diarios para que su metabolismo funcione bien. (Encuentre más información relevante en la nota Un médico aliado de las figuras literarias).
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