José David Guevara Muñoz
Periodista de Mi Bienestar
editorial@mibienestarcr.com

“No digo que todo el mundo lo haga, pero es súper común”, responde la nutricionista Adriana Alvarado, directora del Centro de Nutrición Clínica (CNC), de Grupo Montecristo.

Explica que con el impulso que da el inicio de un nuevo año, mucha gente se dice que ahora sí va a intentar bajar de peso en serio.

Otros, comenta, acuden a consulta profesional con mal de conciencia porque “se han portado mal” en diciembre y el cuerpo se los recuerda con gastritis, colitis, dolores de cabeza o estreñimiento.

“Es gente que se dice ‘me siento intoxicado’, lo cual significa que el hígado está saturado”, manifiesta esta doctora.

Sin embargo, ella es consciente de que no es fácil perder peso.

“Hay que saber elegir el acompañamiento adecuado, encontrar un profesional que te motive, consienta y trata de incluir en el menú tus comidas favoritas”.

Alvarado sostiene que más que tratar de perder peso para poder ponerse el vestido de baño e ir a la playa en verano, las personas tienen que entender que lo que está en juego es su salud.

“Entender que les puede dar un infarto o padecer niveles altos de azúcar”, advierte.

Cuando un paciente comprende la seriedad del asunto, explica la nutricionista, sabe que tiene que desayunar en casa, comprar meriendas más saludables y al menos tres veces por semana llevar al trabajo almuerzo preparado en casa.

“Tiene que involucrarse en la preparación de la cena. No se vale la típica excusa de ‘no tengo tiempo’. ¿Cómo no va a tener tiempo para preparar un gallo pinto con huevos, queso y tomate?”, pregunta.

Para esta profesional del bienestar, todo es asunto de actitud. “Si usted tiene una actitud positiva, va a lograr los objetivos que se propuso para el año nuevo”.