Tres consejos que usted puede aplicar ¡hoy!

1. No le añada más sal a los alimentos ya preparados.
2. Reduzca el consumo de comidas rápidas.
3. Absténgase de cocinar con cubitos y consomé.

José David Guevara Muñoz
Periodista de Mi Bienestar
editorial@mibienestarcr.com

¿Cuáles son los tres pecados capitales que cometemos los costarricenses en relación con el uso de la sal?

Esa fue la pregunta que le hicimos recientemente a la doctora Noemy Araya, del Centro de Nutrición Clínica (CNC).

Se trata de un tema que ella tiene muy claro, por lo que la respuesta fluyó.

1. Le agregamos a la comida más sal de que la ya se usó en la preparación de los alimentos. «Hacemos un picadillo al que le ponemos suficiente sal, pero al sentarnos a la mesa, sentimos que le falta sabor y entonces le echamos más con el salero», manifiesta esta nutricionista con trece años de experiencia. (Lea la nota Lo bueno y lo malo de la sal).
2. Consumimos mucha comida rápida y esta es altísima en sodio (uno de los componentes de la sal). «Deberíamos reducir ese tipo de alimentación, no solo por el exceso de sal que tiene, sino también porque es excesiva en grasas saturadas (que aumentan el colesterol malo y reducen el bueno)», aconseja. (Lea la nota No solo de sal vive el paladar).
3. Somos fanáticos de los alimentos enlatados, altos en sodio. «Y además cocinamos com productos como cubitos y consomé», lamenta Araya.

En relación con el tercero de los pecados capitales, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha instado a la industria de los alimentos a establecer metas audaces de reducción del sodio en sus productos.

De acuerdo con la Biblioteca Médica Virtual del Hospital Metropolitano, se necesita algo de sodio para gozar de buena salud, pero la mayoría de la gente consume más de lo que necesita. En algunas personas, un exceso de sodio en la dieta puede elevar la presión arterial. Esto aumenta el riesgo de enfermedades del corazón y derrame cerebral.