¿Cuánto ayuda
que los niños vean a
sus padres cocinando?
✔ El contenido médico de este artículo fue verificado por la Dra. Mariela Pacheco
José David Guevara Muñoz
Periodista de Mi Bienestar
editorial@mibienestarcr.com
Las dos hijas (gemelas de 9 años) y el hijo (de cinco años) de la nutricionista Adriana Alvarado, han crecido viendo lo mucho que sus padres disfrutan cocinando.
“Mi esposo y yo cocinamos bien, cocinamos rico. Los dos nos metemos en la cocina y eso le llama la atención a nuestros hijos”, dice la directora del Centro de Nutrición Clínica (CNC).
En este hogar es habitual ver a papá y mamá preparando los desayunos y comiendo alimentos saludables.
“Mucho depende de cómo uno les pinte las cosas. Si los hijos nos ven cocinando felices y saboreando lo que comemos, van a interesarse por probar alimentos que les hacen bien”.
En esta familia hay también espacio para la negociación; todos tienen voz a la hora de planificar las meriendas escolares de la semana.
“Eso sí, se tiene claro que el viernes es el único día que pueden llevar galletas; el resto de la semana, nada de azúcar. Esta apertura nos garantiza que nuestros hijos se coman la merienda y no la boten”, explica la nutricionista.
“Como nutricionista, nunca me voy a cansar de educar y promover estilos de vida saludables, y como mamá nunca me voy a cansar de trabajar en la buena alimentación de mis hijos, porque quiero lo mejor para ellos”.
Dietas saludables para los niños
Alimentarse bien es una parte importante de un estilo de vida saludable. Es algo que debe enseñarse a los niños a una edad temprana.
A continuación, se ofrecen algunas pautas generales para ayudar a su hijo a comer de forma saludable.
Es importante que hable de la dieta de su hijo con su proveedor de atención médica antes de hacer cualquier cambio en su dieta o ponerlo a dieta:
– Ofrezca 3 comidas al día, con refrigerios saludables entre ellas.
– Aumente la cantidad de fibra de la dieta de su hijo.
– Limite el consumo de sal y de alimentos salados.
– Anime a su hijo a tomar mucha agua. Trate de evitar las bebidas y los jugos con alto contenido de azúcar.
– No ponga a su hijo a dieta baja en grasas sin hablar con el proveedor de atención médica. Los niños menores de 2 años necesitan grasas en su dieta para ayudar al desarrollo de su sistema nervioso.
– Sirva comidas equilibradas.
– Trate de hornear, asar, asar a la parrilla o hervir en lugar de freír.
– Limite la ingesta de azúcar de su hijo.
– Ofrezca frutas o verduras como refrigerio.
– Limite el uso de mantequilla y de salsas pesadas. Sirva más carne de res magra, pollo, pescado y frijoles como fuentes de proteínas.
Fuente: Biblioteca Médica Virtual del Hospital Metropolitano.
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