¿Desempleado?
5 consejos para
prevenir la ansiedad
✔ El contenido médico de este artículo fue verificado por el Dr. Luis Diego Herrera-Amighetti
Tres consejos que usted puede aplicar ¡hoy!
- Realice acciones que le generen emociones positivas, como el deporte y el arte.
- Visite a personas cercanas en fechas especiales y llenas de significado.
- Cuente con una red de apoyo emocional y financiera.
José David Guevara Muñoz
Periodista de Mi Bienestar
editorial@mibienestarcr.com
«Los seres humanos tenemos la capacidad de afrontar las adversidades en tiempos difíciles», afirma la psicóloga Nelly Villaverde, del Centro de Salud Mental Herrera Amighetti. Para ella, el desempleo puede ser visto como una situación de crisis circunstancial.
Así lo plantea en su artículo Buenas prácticas de salud mental ante el desempleo, en el cual comparte cinco recomendaciones puntuales para prevenir situaciones de ansiedad, depresión y estrés durante la búsqueda de un nuevo trabajo.
- Evaluar la actitud que tomamos en la búsqueda de trabajo. Es necesario reconocer las emociones que experimentamos en ese proceso.
- Contar con una red de apoyo que funcione como factor protector en las adversidades económicas y que funcione como una fuente de confianza y acompañamiento durante la situación de desempleo.
- Estructurar el tiempo. Es posible que en estas situaciones la persona sienta aburrimiento, frustración o desesperación, por lo que se vuelve importante tener un programa de actividades de búsqueda de empleo puede disminuir estos sentimientos.
- Identificar factores protectores como actividades deportivas, artísticas, culturales; es decir, realizar acciones que puedan generar emociones positivas, que refuercen la autoestima y los sentimientos de satisfacción personal.
- Analizar nuestros factores de riesgo y por consiguiente evitarlos. Se trata de conductas de riesgo (alcohol, apuestas, entre otras) que pueden afectar nuestra integridad, seguridad y la de personas allegadas.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) fue clara al advertir, cuando la crisis por el COVID-19 apenas daba sus primeros pasos, que el fuerte aumento del desempleo en toda la región ya estaba empujado a las familias a la pobreza y que al menos 29 millones más de personas se encontrarían debajo de la línea de pobreza.
El Banco Mundial ha advertido que la reducción de ingresos, producto de un período prolongado de desempleo, conduce a cambios negativos en el estilo de vida; entre ellos, una dieta menos variada, menos actividad física, postergación de gastos médicos y síntomas de ansiedad y depresión. (Lea la nota Salud mental: 22 señales de alerta).
«Una actitud positiva puede darle la posibilidad de observar la realidad con perspectiva ampliada y ver la situación de desempleo como la posibilidad de cambiar algunas conductas, estructurar la vida de una forma diferente, crear nuevos aprendizajes, reforzar los vínculos con la familia, conocerse a sí mismo, reconsiderar opciones que no se habían considerado y construir una red de apoyo ante la adversidad», expresa Villaverde.
Notas relacionadas