Tres consejos que usted puede aplicar ¡hoy!

1. En materia de salud, no suponga; busque ayuda médica.
2. No posponga la consulta a un especialista. Demorar el diagnóstico es peligroso.
3. Llamar al 911 de inmediato, puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

José David Guevara Muñoz
Periodista de Mi Bienestar
editorial@mibienestarcr.com

¿Me está dando un ataque de pánico o un infarto?, se han preguntado muchas personas en algún momento. Dice la cardióloga Paula González, del Hospital Metropolitano, que lo peor que se puede hacer en esos casos es quedarse con la duda, y que lo mejor es buscar ayuda médica de inmediato.

«Lo más recomendable es acudir, sin demora, a un profesional capaz de diagnosticar qué es lo que realmente está padeciendo la persona que se siente mal e iniciar el tratamiento correcto», aconseja esta doctora que trabaja también en el Hospital San Juan de Dios. (Lea el recuadro ubicado al final de esta nota: «¿Cuáles son los síntomas del trastorno de pánico?).

Afirma que son muy frecuentes los casos en los que la gente piensa que le va a dar un infarto y se va a morir, cuando lo que están sufriendo es un ataque de pánico o ansiedad.

La Clínica Mayo, prestigiosa institución estadounidense en el campo de la salud, define a los ataques de pánico como «un episodio repentino de miedo intenso que provoca reacciones físicas graves cuando no existe ningún peligro real o causa aparente». (Vale la pena leer el artículo 7 consejos para combatir la ansiedad antes de una cita médica).

Sostiene la Organización Mundial de la Salud (OMS) que los síntomas son lo suficientemente graves como para provocar una angustia o una discapacidad funcional importantes. 

La confusión entre uno y otro problema se debe a que ambos tienen, en apariencia, algunos síntomas en común; entre ellos, falta de aire, palpitaciones, dolor en el pecho, sudoración y miedo a perder el control.

Con lo anterior coinciden la Clínica Mayo y otra organización del mismo país, la Asociación Americana del Corazón. Las dos recomiendan también someterse a una inmediata valoración médica. (Le recomendamos leer la nota Un excelente hábito: consultar al que sí sabe).

«No se queden en la casa pensando en si es un ataque de pánico o un infarto; es muy peligroso retrasar el diagnóstico», advierte la cardióloga Paula González.

Dice la Biblioteca Médica Virtual del Hospital Metropolitano que llamar rápidamente al 911 puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. (Es mucho lo que usted puede aprender con el video Síntomas de un ataque al corazón).

Nos recuerda la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que las enfermedades cardiovasculares son las más mortíferas del mundo, ya que anualmente se cobran 17,3 millones de vidas. En tanto que la OMS recalca el hecho de que en el 2019 un total de 301 millones de personas sufrieron un trastorno de ansiedad, entre ellos 58 millones de niños y adolescentes.