"Cuando un niño lee
se abren un montón
de oportunidades"
Tres consejos que usted puede aplicar ¡hoy!
- Estimule en sus hijos el hábito de la lectura.
- Siéntese a leer con los niños. Esta es una excelente forma de invertir el tiempo.
- Aproveche los momentos de lectura en familia para divertirse y jugar con los pequeños.
José David Guevara Muñoz
Periodista de Mi Bienestar
editorial@mibienestarcr.com
«La lectura es la llave del mundo. Cuando un niño lee tiene el poder de ser lo que quiera ser. Cuando un niño lee, un montón de oportunidades se abren a su alrededor», afirma con absoluta seguridad la Dra. Olga Arguedas, directora del Hospital Nacional de Niños (HNN).
De inmediato le preguntamos: ¿Qué gana un hogar en el que los padres le leen a sus hijos pequeños? (Le aconsejamos leer la nota Conozca tres buenos hábitos de la directora del Hospital de Niños).
«Gana oportunidades en el futuro de sus hijos, gana esperanza», contesta quien en estos días está disfrutando la lectura del libro La ciudad habitada, escrito por Guillermo Barzuna, profesor universitario de literatura.
De acuerdo con esta profesional en pediatría e inmunología, el infante que lee desarrolla de mejor manera las funciones mentales superiores, es buen escucha y es capaz de estructurar y fundamentar sus opiniones y decisiones.
El Centro PediaClinic, una clínica de atención pediátrica multidisciplinaria que forma parte de Grupo Montecristo, aporta -en su página web- tres beneficios al alcance de los pequeños cuyos padres les leen:
- La lectura fomenta en los niños el interés por conocer.
- La lectura le ayuda a los chicos a identificar y expresar emociones.
- Esta práctica enriquece el vocabulario y la expresión.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), sostiene que leerle a un recién nacido es una forma de brindarle un buen comienzo en la vida.
«La lectura es la llave para el don de la palabra, que es el más poderoso de todos; entre la ciencia y la palabra, gana la palabra», declara la directora del HNN, una voraz lectora que prefiere los libros de papel y tinta por encima de los textos digitales.
Esta doctora está convencida de que cuando los padres le leen a sus hijos, abren un espacio lúdico que deja huellas imborrables en la memoria. (Vale la pena leer la nota Leerle a sus hijos es una excelente inversión).
«Mi esposo (el pediatra Sergio Vásquez), que está en el cielo, siempre le leía a nuestras hijas cuando estaban pequeñas. Ellas se reían mucho, ya que él cambiaba los cuentos, agregaba una nota jocosa. Mis hijas, que ya son adultas, aún recuerdan esas variaciones, son memorias muy especiales que se construyen con los hijos por medio de la lectura y el juego», rememora.
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