¿Cuándo fue la última vez que le hicieron un examen de audición?
Tres consejos que usted puede aplicar ¡hoy!
- Hágase una audiometría cada año.
- Atienda de inmediato los problemas de audición.
- Evite los ruidos excesivos.
José David Guevara Muñoz
Periodista de Mi Bienestar
editorial@mibienestarcr.com
«De manera preventiva, todas las personas deberían hacerse un examen de audición una vez al año. Es importante para detectar a tiempo cualquier alteración y corregirla oportunamente», recomienda la audióloga Cindy Fernández.
Expresa esta profesional que no hay razón para arriesgarse a sufrir una pérdida auditiva que ponga en riesgo la capacidad humana de comunicarse con sus semejantes, y permanecer en contacto con el entorno. (Le recomendamos leer la nota «La prevención es la mejor inversión en salud»).
«Al perder audición, la gente puede ver afectada su habilidad para socializar y, por ende, ver afectada la confianza en sí misma», explica esta especialista de la clínica de audiología OyeMás, quien atiende pacientes en un consultorio ubicado en la sede del Hospital Metropolitano en Lincoln Plaza, Moravia.
Dice la Organización Mundial de la Salud (OMS), que más del 5% de la población mundial (430 millones de personas) padece una pérdida de audición que necesita tratamientos de rehabilitación. (Vale la pena leer la nota Un excelente hábito: consultar al que sí sabe).
Está previsto, informa esa institución, que en el 2050 haya casi 2.500 millones de personas con algún grado de pérdida de audición, y que al menos 700 millones de ellas requieran ser rehabilitadas. (A usted le conviene leer la nota Nunca se meta objetos en los oídos).
Según la Biblioteca Médica Virtual del Hospital Metropolitano, algunos factores que contribuyen a este trastorno son: ruido excesivo, drogas, infecciones bacterianas y virales, lesiones o tumores en la cabeza, derrame cerebral y la herencia.
Explica Fernández que la audiometría es una prueba rápida e indolora en la que a la persona se le colocan unos auriculares y se la encierra en una cabina que amortigua el ruido externo. El paciente debe levantar la mano cada vez que escuche los tonos que son emitidos en diferentes frecuencias e intensidades. (No se quede sin leer la nota Los 6 regates con los que Joel Campbell dribla a las enfermedades).
Ubicado fuera de la cabina, el audiólogo observa a través de una ventanilla que le permite tomar nota de las respuestas de la persona examinada. Es así como se determina el rango de audición del paciente.
¿Le cuesta escuchar?
¿Tiene problemas para escuchar las conversaciones telefónicas?
¿Tiene problemas para seguir las conversaciones cuando dos o más personas hablan al mismo tiempo?
¿Se quejan la gente de que usted tiene el volumen del televisor demasiado alto?
¿Tiene que esforzarse para entender una conversación?
¿Tiene problemas para oír en un ambiente ruidoso?
¿Tiene que pedir a las personas que repitan lo que le han dicho?
¿Muchas de las personas con las que habla parece que mascullan o que no hablan claramente?
¿No comprende lo que otros están diciendo y da respuestas incorrectas?
¿Tiene problemas para entender el habla de las mujeres y los niños?
¿Se molesta la gente porque usted no entiende lo que ellos dicen?
¿Oye con frecuencia zumbidos, rugidos o silbidos?
Si respondió sí a tres o más de estas preguntas, debe acudir a un especialista que le haga una evaluación auditiva.
Fuente: Biblioteca Médica Virtual del Hospital Metropolitano.
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