"No toda enfermedad es
una condena", dice cardiólogo
Tres consejos que usted puede aplicar ¡hoy!
- Disminuya el consumo de harinas y azúcares.
- Privilegie el ejercicio físico por encima de las comodidades de la vida moderna.
- Deje de fumar.
José David Guevara Muñoz
Periodista de Mi Bienestar
editorial@mibienestarcr.com
«En mi práctica médica he tenido el enorme placer de ver gente que se cura o mejora mucho su estado de salud», manifiesta el Dr. Mauricio Obón Dent, director del Centro de Excelencia Cardiovascular del Hospital Metropolitano.
De acuerdo con este especialista, no toda enfermedad es una condena irreparable, pues la mayoría de los problemas se pueden revertir por medio de buenos hábitos. (Vale la pena leer la nota «Hay que inculcar buenos hábitos duraderos en los niños»).
«Pero se requiere conciencia por parte del paciente para volver a procesos del pasado que hemos perdido debido a la industrialización de la vida, como una nutrición menos procesada y refinada, con menos cantidades de harinas y azúcares», recomienda.
En su opinión, la industria de los alimentos le ha abierto a los consumidores una puerta que conduce hacia comer más de la cuenta e ingerir productos que inciden de manera negativa en enfermedades metabólicas. (Esta nota tiene información útil para su familia: Alimentación en el hogar: 6 consejos de una nutricionista).
Señala también la importancia de retomar el ejercicio físico regular, una actividad que era más frecuente años atrás, cuando las tareas del día a día obligaban a caminar, ponerse en movimiento.
«Antes era imposible vivir sin ejercicio físico regular, pero ahora es posible vivir sin moverse. Puedo llamar a un Uber para que me transporte, un muchaho me trae las compras a casa y puedo pagar para que me laven el carro. Ha habido una disminución en la actividad física regular», afirma el Dr. Obón. (Le recomendamos leer este artículo: Aún caminatas cortas pueden ayudar a nuestra salud).
Este cardiólogo agrega otros factores de riesgo a la lista de la modernidad: estrés emocional, contaminación ambiental, exceso de licor, drogas y tabaquismo. (No se quede sin leer la nota «El tabaco es lo peor que usted puede hacerle a su salud»).
«Ha habido, básicamente, un cambio evolutivo en nuestro estilo de vida que ha aumentado de manera importante las enfermedades metabólicas y padecimientos que promueven problemas coronarios», advierte.
Sin embargo, aún hay esperanza…
La firme determinación de hacer ejercicio físico, dejar de fumar y alimentarse bien ayuda a los pacientes a reducir las dosis de pastillas que toman cada día y bajar la severidad de los males que los aquejan. (Lea la nota «El 70% de la prevención está en lo que comemos«).
Dice un video corto de la Biblioteca Médica Virtual del Hospital Metropolitano que el ejercicio diario es una de las mejores maneras de mantener y mejorar la salud. «La actividad física, tanto moderada como intensa, mejora la salud», afirma la Organización Mundial de la Salud (OMS).
«Siempre va a haber esperanza, sin importar la edad de la persona. La gran mayoría de estos problemas son curables por medio de buenos hábitos».
Actividad física
Recurrir a la actividad física es una medida importante que se puede tomar para mejorar la salud. Los expertos recomiendan hacer al menos 150 a 300 minutos por semana de actividad aeróbica de intensidad moderada a fin de lograr beneficios importantes en la salud.
Para lograr mantener un buen estado físico, cardíaco y pulmonar, los profesionales de la salud recomiendan tener un programa equilibrado de ejercicios:
Si tiene alguna afección, o si recién ahora empieza un programa de ejercicios, hable primero con el proveedor de atención médica. Asegúrese de que el programa que elija se adapte a su salud y bienestar.
Si está por empezar un programa de ejercicios, comience poco a poco. Aumente gradualmente la cantidad de ejercicio hasta llegar a 30 minutos por día.
Elija una actividad que disfrutará. Es más probable que siga haciendo ejercicio si hace algo que le guste.
Al principio, siga un programa de actividad física moderada, no intensa. Comience con 30 minutos por día. Tenga una rutina de ejercicios variados, no solo en cuanto a la actividad que elija en sí, sino también el momento y el entorno en que la realiza. De ese modo, no se aburrirá de hacer siempre lo mismo ni en el mismo lugar.
Asegúrese de empezar cualquier sesión de ejercicios con calentamiento y estiramiento adecuados. Así limitará los dolores y las lesiones después del ejercicio.
Use ropa y calzado adecuados para hacer ejercicio. Asegúrese de que el calzado le brinde un buen apoyo para la actividad que realiza. Además, vístase conforme al clima.
Así como el calentamiento y el estiramiento son importantes antes de empezar la sesión de ejercicios, también lo es el enfriamiento después de la actividad física. Incluya al menos varios minutos de estiramiento o de caminata para que la frecuencia cardíaca baje poco a poco.
Fuente: Biblioteca Médica Virtual del Hospital Metropolitano.
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