Recomendaciones de un oncólogo para prevenir el cáncer

Esto es lo que la investigación dice de la importancia de cada uno de ellos:

A: Agua

El agua es mucho más que solo una bebida. Es el nutriente más abundante y necesario para el funcionamiento adecuado del cuerpo humano, de tal modo que es indispensable para prácticamente todas las funciones corporales, como la digestión, circulación, procesamiento de información o el rendimiento físico.

D: Descanso

Aparte de ser vital para el cerebro, el descanso también influye en casi todos los sistemas corporales, incluido el sistema inmune, encargado de la defensa contra enfermedades. La investigación indica que la falta de sueño puede incrementar el riesgo de numerosas enfermedades, e incluso reducir la eficacia de las vacunas.

De acuerdo con Los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), que forman parte del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, los adultos necesitan un promedio de 7–8 horas de sueño por noche.

E: Ejercicio

El ejercicio es un factor vital para la prevención de la enfermedad, incluido el cáncer. De hecho, el ejercicio y la actividad física se asocian a la prevención de 8 tipos de cáncer, incluidos el cáncer de mama y el cáncer colorectal.

L: Luz solar

La exposición controlada y segura a la luz solar es una de las maneras en las que el cuerpo produce vitamina D, dentro de cuyas funciones está el fortalecimiento del sistema inmune. Según los NIH, estudios en animales sugieren que esta vitamina podría ayudar a prevenir la formación de cáncer o a hacer que los tumores crezcan más despacio.

A: Aire puro

Aunque no lo notemos, la contaminación del aire es un riesgo importante para la salud, dado que se ha visto asociada a efectos cancerígenos en los seres humanos. De ahí la importancia de evitar la exposición continua a la contaminación del aire, y buscar espacios en los que se pueda disfrutar del aire puro.

N: Nutrición

Una alimentación balanceada asegura el acceso a los diversos nutrientes que el cuerpo necesita para estar saludable, lo cual fortalece el sistema inmune y reduce el riesgo de enfermedades.

Para ello, es importante consumir una variedad de todos los grupos de alimentos. Estos incluyen carbohidratos, proteínas, grasas, frutas, vegetales y lácteos.

T: Temperancia

«La temperancia es el saber hacer uso moderado de las cosas, incluido lo bueno y lo malo,» explica el Dr. Flores. Por ejemplo, sabemos que el ejercicio es beneficioso, pero en exceso puede ocasionar lesiones. Del mismo modo, hábitos que consideramos “malos,” como el consumo de comida rápida, no generan los conocidos efectos negativos de salud cuando se realizan esporádicamente.

E: Espiritualidad

De acuerdo con el doctor, «independientemente de la religión que se practique, la confianza que tiene uno en un ser superior que le ayude a salir adelante hace la diferencia en los pacientes.»

Esto es lo que el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos denomina “afrontamiento espiritual,” y explica que las creencias y prácticas espirituales crean una actitud mental positiva contribuye a que un paciente se sienta mejor.

Asimismo, el doctor resalta que este acrónimo, además de ser preventivo, es básicamente “gratis”, dado que todos los elementos se encuentran fácilmente disponibles.