Conozca dos casos esperanzadores sobre la alegría de poder escuchar
Tres consejos que usted puede aplicar ¡hoy!
- Hágase un examen de audición cada año.
- Atienda de inmediato los problemas de audición.
- Evite los ruidos excesivos.
José David Guevara Muñoz
Periodista de Mi Bienestar
editorial@mibienestarcr.com
«Poder escuchar nos conecta con la vida», dice la audióloga Cindy Fernández, y de inmediato cuenta los casos de dos pacientes que respaldan sus palabras.
Comparte primero la experiencia de una mujer de 45 años, casada, con hijos y sorda de nacimiento, a quien ella le puso audífonos. (Esta nota tiene información valiosa para usted: ¿Cuándo fue la última vez que le hicieron un examen de audición?).
«Todo fue alegría en cuanto empezó a escuchar, algo que nunca había hecho. Golpeaba las superficies para comprobar que estaba escuchando por primera vez. Fue un momento conmovedor», confiesa esta especialista de la clínica de audiología OyeMás, cuyo consultorio está ubicado en la sede del Hospital Metropolitano de Lincoln Plaza, Moravia.
Esta profesional de la salud aprendió, de esa vivencia, que no hay que encasillar a los pacientes, limitarlos, sino darles siempre la oportunidad de una mejor calidad de vida.
La segunda experiencia tiene como protagonista a un joven de 24 años que había perdido la capacidad de oír debido a que recibió la dosis más alta de quimioterapia durante el tratamiento de un cáncer. (Vale la pena leer la nota «La discapacidad no es usar audífonos, sino no poder escuchar»).
Recuerda la audióloga que ese paciente llegó a consulta inseguro, triste y muy callado.
«Lo sentí como desesperanzado, pero en cuanto le puse los audífonos el semblante le cambió totalmente, sonreía. Fue maravilloso», manifiesta Fernández.
Esta especialista considera que hay muchas ideas erróneas en torno al uso de audífonos; por ejemplo, pensar que usar esos aparatos es una discapacidad. «La verdadera discapacidad es no poder escuchar», afirma. (Le recomendamos leer la nota Jóvenes, cuidado con oír música a muy alto volumen).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que más de 1.000 millones de personas de entre los 12 y los 35 años corren el riesgo de perder la audición debido a la exposición prolongada y excesiva a música fuerte y otros sonidos recreativos.
Agrega esa institución que más del 5% de la población mundial (430 millones de personas) padece una pérdida de audición que necesita tratamientos de rehabilitación y que está previsto que en el 2050 haya casi 2.500 millones de personas con algún grado de pérdida de audición.
Según la Biblioteca Médica Virtual del Hospital Metropolitano, algunos factores que contribuyen a este trastorno son: ruido excesivo, drogas, infecciones bacterianas y virales, lesiones o tumores en la cabeza, derrame cerebral y la herencia. (No se quede sin leer la nota No es recomendable que usted mismo elimine la cera de sus oídos).
«Para estos dos pacientes que traté, lo importante es el sentido de la audición, escuchar, disfrutar de la calidad que les brindan los audífonos», comenta la audióloga Cindy Fernández.
Indicios de que hay que examinar su audición
Le cuesta escuchar a la otra persona cuando habla por teléfono.
Le cuesta seguir el hilo de la conversación cuando 2 o más personas hablan a la vez.
Le cuesta seguir el hilo de la conversación en un entorno ruidoso.
No puede identificar con claridad de dónde provienen los sonidos.
Les pide a las personas que repitan lo que dijeron.
Le cuesta escuchar o comprender cuando hablan mujeres o niños.
Cree que la mayoría de las personas murmuran o no hablan con claridad.
Suele malinterpretar a las personas y responder incorrectamente.
Otras personas se dan cuenta de que escucha la televisión con un volumen alto.
No escucha cuando suena el teléfono o el timbre.
No participa en actividades porque le cuesta escuchar y comprender lo que las personas dicen.
Sus amigos o familiares le dicen que no escucha las conversaciones ni los sonidos.
Fuente: Biblioteca Médica Virtual del Hospital Metropolitano.
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