Tres consejos para aplicar hoy mismo:
- Busque apoyo emocional y comparta sus emociones.
- Establezca una rutina diaria para todos los miembros de la familia.
- Busque momentos de autocuidado para recargar energías y reducir el estrés.
Licda. Susana María Zelaya Rivas
Psico-oncóloga (experta en salud mental y oncología)
Hospital Metropolitano
Principales fuentes de estrés y ansiedad para los padres de un niño diagnosticado con cáncer
Dentro del entorno familiar, el diagnóstico de cáncer en un niño suele ser una situación sumamente estresante y emocionalmente desafiante. Entre las principales fuentes de estrés y ansiedad se incluyen:
- Preocupación por la salud del niño: La incertidumbre sobre la vida del hijo, evolución de la enfermedad y el tratamiento y sus efectos secundarios puede generar un nivel significativo de angustia.
- Tratamientos médicos complejos: La incertidumbre sobre cómo el niño responderá a tratamientos invasivos como quimioterapia, radioterapia o cirugía, y sus efectos secundarios, incrementa la ansiedad.
- Impacto emocional en el niño: Ver a su hijo sufrir, experimentar dolor o enfrentar efectos secundarios puede ser muy doloroso emocionalmente para los padres.
- Futuro incierto: Los padres se preocupan por el impacto a largo plazo del cáncer, la calidad de vida, los tratamientos y la posible recurrencia de la enfermedad.
- Problemas financieros: Los costos asociados con el tratamiento del cáncer pueden generar preocupaciones económicas importantes, especialmente si uno de ellos debe dejar su trabajo para cuidar del niño.
- Aislamiento social: Algunos padres sienten que no pueden compartir completamente sus preocupaciones o experiencias con amigos o familiares, lo que puede llevar a un sentimiento de aislamiento. Además, las visitas al hospital y los cuidados constantes pueden hacer que los padres se alejen de su red social.
- Desajustes familiares: Los hermanos del niño pueden verse afectados emocionalmente, y los padres a menudo tienen que dividirse entre cuidar al niño enfermo y atender las necesidades de los otros miembros de la familia.
- Dificultades en el día a día: Las rutinas diarias de los padres se ven alteradas debido a las visitas al hospital, el seguimiento médico, el cuidado constante del niño y la gestión de su bienestar físico y emocional. Esto genera una sobrecarga emocional y física.

Estrategias para gestionar las emociones intensas tras recibir el diagnóstico
Gestionar las emociones intensas durante este proceso es crucial para poder sobrellevar la situación. Hay algunas estrategias que pueden ayudar a los padres a manejar sus emociones:
- Aceptar y validar las emociones: Es importante reconocer y aceptar que las emociones intensas como el miedo, la ira o la ansiedad son naturales. Evitar reprimir estos sentimientos o juzgarse por tenerlos puede ayudar a procesarlos de manera más funcional.
- Buscar apoyo emocional: El apoyo de amigos, familiares y otros padres que han pasado por experiencias similares puede ser esencial. También, contar con un psicólogo puede ayudar a los padres a procesar sus emociones de forma saludable.
- Practicar la auto-compasión: La auto-compasión ayuda a reducir la culpa o la frustración por no poder controlar todas las circunstancias.
- Buscar información con moderación: Es recomendable hablar directamente con los médicos, quienes pueden proporcionar información clara y orientada a la situación específica del niño, y evitar caer en la trampa de buscar todo en internet.
- Mantener una rutina dentro de lo posible: Establecer una rutina diaria tanto para el niño como para los padres puede proporcionar un sentido de normalidad y ofrecer momentos de paz.
- Ejercicio físico y descanso: El ejercicio físico moderado puede ayudar a reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo. Además, es fundamental que los padres también se tomen tiempo para descansar y cuidar su salud física y mental, ya que el agotamiento puede incrementar las emociones negativas.
- Establecer pequeños objetivos: En lugar de tratar de controlar todo el proceso de tratamiento y los resultados, es útil enfocarse en metas pequeñas y alcanzables a corto plazo. Estos pequeños logros ayudan a mantener la motivación y a reducir la sensación de estar abrumado.
- Manejar la incertidumbre: Es importante reconocer que no se puede controlar todo en una situación tan incierta. Aceptar que muchas preguntas no tienen respuestas inmediatas y enfocarse en el presente puede aliviar el temor al futuro y la ansiedad.
- Cuidar la relación de pareja: La situación puede poner a prueba la relación de pareja, por lo que es fundamental brindar apoyo mutuo, comprender las emociones del otro y encontrar momentos para estar juntos, aunque sea brevemente.
Protegiendo la salud mental de los padres
Proteger la salud mental mientras se cuida a un hijo con cáncer es una tarea desafiante, ya que los padres enfrentan emociones intensas y un nivel de estrés elevado. Sin embargo, es esencial para el bienestar tanto de los padres como del niño.
Dentro del proceso, además de buscar apoyo emocional y cuidar su relación de pareja, es necesario el establecimiento de límites claros para evitar la sobrecarga emocional. Esto incluye aceptar que no siempre pueden estar disponibles para todo el mundo, o incluso para otras personas en la familia, ya que su prioridad es el bienestar de su hijo.
Además, pueden aprender a decir «no» a compromisos adicionales o responsabilidades que no son urgentes o que pueden generar más estrés. También, es importante establecer rutinas diarias, incluso simples, ya que pueden ofrecer un sentido de control y normalidad y equilibrar la incertidumbre que rodea el tratamiento y la salud de su hijo.
Mantener actividades que les gusten a los padres, como cocinar juntos o ver una película, por ejemplo, puede brindar un respiro de la enfermedad y reforzar la conexión familiar. Asimismo, es importante, en lo posible, delegar responsabilidades; los padres no tienen que hacerlo todo por sí mismos.
Es recomendable delegar responsabilidades a amigos, familiares o incluso profesionales si es posible. Esto podría incluir tareas como hacer las compras, llevar al niño a las citas médicas o realizar otras tareas domésticas. Esto permite que los padres se concentren en lo más importante, que es el bienestar de su hijo y su propio bienestar mental.
Fuentes:
- La Dra. Zelaya cuenta con un páster propio en Psicooncología y Cuidados Paliativos de la Universidad Complutense de Madrid. Puede seguirla y compartir sus pensamientos con ella en Instagram.
Publicado en Febrero, 2025.
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