¿Por qué la lactancia materna supera a la leche de fórmula?

¿Por qué la lactancia materna supera a la leche de fórmula?

Tres consejos que usted puede aplicar ¡hoy!
  1. Alimente a su bebé con leche materna.
  2. Vele por la adecuada posición del niño al mamar.
  3. En caso de algún problema con la lactancia, consulte a un especialista.

José David Guevara Muñoz
Periodista de Mi Bienestar
editorial@mibienestarcr.com

Con la lactancia materna, el bebé que succiona de manera eficiente recibe -en este orden- las cantidades de agua, carbohidratos, proteína y grasa que necesita para su desarrollo; en cambio, con la leche de fórmula todo es igual, desde la primera hasta la última gota, independientemente de las necesidades del niño», explica la nutricionista Karla Sandí, asesora en lactancia.

Afirma esa profesional del Centro de Nutrición Clínica (CNC), que esa es una de las razones principales por las que el alimento producido por las madres es mejor que el producto artificial que en algunos casos se utiliza como sustituto parcial o total. (Lea la nota Lactancia: la primera vacuna es un regalo de mamá).

«El sistema inmunológico de un bebé alimentado con leche materna va a ser ser más fuerte que el de uno que solo toma fórmula con el chupón o el beberito», asegura la nutricionista.

De acuerdo con la Biblioteca Médica Virtual del Hospital Metropolitano, los bebés absorben y usan mejor los nutrientes de la leche materna que los de la fórmula. (Lea el recuadro ubicado al final de este nota: «Beneficios de la leche materna»).

No obstante lo anterior, Sandí advierte que los niños con una succión fuerte pueden pasan por las etapas de consumo de agua, carbohidratos, proteína y grasa en cuestión de 10 minutos, pero que los bebés que son más lentos para extraer la leche materna y, además, la toman en períodos muy cortos, posiblemente solo consuman el agua y el carbohidrato, lo que podría verse reflejado en un aumento de peso.

Karla Sandí, nutricionista asesora en lactancia.

Eso incide, además, en una mayor producción de cólicos, ya que a falta de proteínas y grasas los carbohidratos se fermentan al llegar al colon y generan dolores abdominales. (Vale la pena leer la nota ¿Cómo puede un padre ser útil durante la lactancia?).

¿Cómo puede una madre ayudar al niño en esos casos? La doctora española Carmen Vega, especializada en medicina familiar y consultora internacional de lactancia, recomienda una posible solución: colocar al bebé en una posición en la que no succione únicamente el pezón, sino la zona pezón-areola que provee una mayor cantidad de leche.

Es fácil comprobar eso: forme primero una letra ce con los dedos pulgar e índice, y con ellos exprima el pezón; haga lo mismo después pero desde más atrás, sobre la areola. ¿Nota la diferencia? Si la situación persiste, consulte a un especialista. (No se quede sin leer la nota Tres tipos de infecciones que la leche materna ayuda a prevenir).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que «los niños amamantados muestran un mejor desempeño en las pruebas de inteligencia, son menos propensos al sobrepeso o la obesidad y, más tarde en la vida, a padecer diabetes».

«Hay que comprometerse con la lactancia materna. Este es un tesoro que se le puede entregar a los hijos solo en los primeros años de vida. Hay un sinúmero de razones médicas que sustentan que los niños amamantados tienen un mejor futuro en materia de salud», manifiesta la Dra. Olga Arguedas Arguedas, pediatra, inmunóloga y directora del Hospital Nacional de Niños. (Esta nota tiene información útil para su familia: Los 10 mandamientos de la crianza de los hijos).

Beneficios de la leche materna

Usted tal vez sepa cuáles son algunos de los motivos por los que la lactancia materna es lo mejor para el bebé. Estos son algunos de ellos.

  • En comparación con la fórmula, el bebé absorbe y usa mejor los nutrientes de la leche materna, entre ellos, el azúcar (carbohidrato) y las proteínas.

  • La leche materna contiene los mejores nutrientes para el crecimiento del cerebro y el desarrollo del sistema nervioso del bebé. En los estudios de los bebés que son amamantados se ha determinado que, cuando crecen, su desempeño en las pruebas de inteligencia es superior.

  • También es mejor el funcionamiento de los ojos de un bebé lactante, lo que se debe sobre todo a ciertos tipos de grasas que hay en la leche materna.

Fuente: Biblioteca Médica Virtual del Hospital Metropolitano.

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