Tips para comenzar una rutina básica para el cuidado de la piel

Tres consejos para aplicar hoy mismo:
 
  1. Aplique protector solar todos los días, aunque esté nublado o trabaje en interiores.
  2. Comience su rutina con lo básico: limpieza, hidratación y protección solar, antes de querer tratar problemas específicos.
  3. Observe su piel y adapte su rutina según los cambios del clima, actividades diarias y estado de salud.

Dra. Ariane Lang
Comunicadora de Mi Bienestar
editorial@mibienestarcr.com

Cuidar la piel no tiene que ser complicado. Según la Dra. Laura Garzona Navas, especialista en dermatología del Hospital Metropolitano, una rutina básica bien diseñada puede marcar una gran diferencia en la salud y apariencia de la piel.

El objetivo principal es protegerla, mantenerla hidratada y prevenir daños a largo plazo. ¿Cómo lograrlo? Aquí le explicamos los pasos para comenzar.

Pasos esenciales en una rutina básica de cuidado de la piel

La Dra. Garzona explica que una rutina básica debería incluir tres pasos fundamentales:

  1. Lavado del rostro dos veces al día, en la mañana y en la noche.
  2. Uso de protector solar diario, sin importar si el día está nublado o si se estará en interiores.
  3. Hidratación / antioxidantes.

Luego, dependiendo de las necesidades, se pueden agregar otros productos.

Elección de productos según el tipo de piel

El primer paso es conocer el tipo de piel, aunque, como explica la Dra. Garzona, este puede cambiar con el clima, el estrés y otros factores:

Por lo tanto, la doctora especifica que las siguientes recomendaciones funcionan más como una guía para orientar la linea de productos a usar, en lugar de ser algo escrito en piedra: 

  • Piel seca: Se siente acartonada, deshidratada, sin brillo.
  • Piel grasa: Tiende a producir espinillas fácilmente y genera grasa durante el día, sobre todo en la zona T (frente, nariz y mentón). Algunas personas incluso notan que sus ojos les arden por la misma grasa de la piel.
  • Piel mixta: Es usual notar la piel mas grasa en las zona centro facial.
  • Piel sensible: Se irrita fácilmente con productos, puede enrojecerse o causar ardor fácilmente con distintas cremas. Esto es frecuente en personas con rosácea o dermatitis atópica.

Además, indica que es importante recordar que «una persona puede tener piel seca y sensible, o piel grasa con tendencia al acné y a la vez sensible.»

Adaptar la rutina a la edad y las necesidades específicas

La rutina de cuidado de la piel no es estática. «La rutina debe ajustarse según cada caso. Factores como la edad, patologías cutáneas o sistémicas, medicamentos y exposición ambiental pueden influir,» aclara la dermatóloga.

 Por ejemplo:

  • Alguien con antecedentes de cáncer de piel o con una enfermedad que aumenta la sensibilidad al sol debe tener cuidados más estrictos.
  • Algunos tratamientos pueden hacer que la piel se vuelva más seca o más grasa temporalmente.
  • Factores como el clima, el uso de aire acondicionado, y el nivel de exposición al sol pueden modificar las necesidades de la piel.
  • No siempre la piel se comporta igual todos los días. Hay momentos en los que puede estar más grasa o más seca, y la rutina debe ajustarse.

No todas las pieles necesitan lo mismo, ni todo el tiempo. Por lo tanto, el cuidado de la piel debe ser dinámico y personalizado.

Errores más comunes al empezar a cuidar la piel

«Uno de los errores más frecuentes es querer tratar demasiadas cosas al mismo tiempo en lugar de priorizar,» aclara la doctora.

Otros errores comunes incluyen:

  • No considerar el tipo de piel y el entorno: No todos los productos funcionan para todos. Hay que analizar las propias necesidades y el ambiente en que se vive.
  • Olvidar la prevención: Muchas personas solo actúan cuando aparece un problema visible pero no piensan en prevenir otros, como el daño solar. Incorporar el protector solar desde el inicio es una inversión para el futuro de la piel.

¿Es necesario usar protector solar en interiores o en días nublados?

A esta pregunta, la doctora responde con un rotundo sí.

Además, explica que  la radiación solar se compone de diferentes tipos de luz:

  • Ultravioleta (UVA y UVB): Atraviesa nubes y algunos vidrios.
  • Visible infrarroja: Se han asociado a la aparición de manchas y arrugas, especialmente en fototipos más altos.

Las nubes no bloquean completamente los rayos UVA y UVB, por lo que la piel sigue expuesta. Por lo tanto, muchas personas han tenido quemaduras solares en días nublados porque la luz infrarroja, que es la que genera calor, está filtrada, pero la radiación ultravioleta sigue llegando a la piel.

Además, la exposición prolongada a la luz visible y la luz infrarroja también puede contribuir a la hiperpigmentación y al envejecimiento prematuro.

Por eso, el protector solar se debe aplicar todos los días, independientemente del clima o si se estará en interiores.

Fuentes:

Publicado en Mayo, 2025.

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